domingo, 20 de agosto de 2006

En otro momento, quizás un poco menos oscuro que el actual, me topé con un ángel. No hace falta decir su nombre, o describir su apariencia. Era un ángel, de esos reales de carne y hueso.
Vivía en una tierra cercana a la mía, y compartíamos espacio una vez a la semana. Bastó verlo una vez para reconocer en él al cielo. No pude evitar tratar de tenerlo cerca. Y no fue difícil, ya que su corazón estaba abierto a todos. Pronto ya no nos veíamos sólo ahí, sino más veces, y en más partes. Pensabamos diferente, pero me agradaba de su compañía. Del momento en que decidí alejarme del cielo, recuerdo que él no pudo dejar de invitarme con él. Me hablaba del Rey del cielo como si fuera su Padre y amigo. Me tentaba a buscar tener esa relación también. pero yo había tomado ya mi decisión. Aún así, él siguió estando cerca mío, dándome apoyo, aún cuando caminábamos en sentidos opuestos. Tenía el don de escuchar, y generaba paz hablar con él.
pasado un tiempo, el espacio que nos unía desapareció. El último día lo pasamos juntos. Pienso en él con alegría.
Luego estuvieron las vacaciones, y quise ser amiga de su padre. También ocurrieron más cosas, momentos dolorosos que tuve que enfrentar con una fuerza ajena a la mía. La fuerza de su padre, que en ese instante también fue el mio. Luego de eso, y entrando a clases, la distancia fue mayor. Pero tuvimos un padre en común. Lo vi pocas veces, algunas hablamos en la distancia. Seguimos si, confiando, de alguna manera.

La última vez que lo vi, yo ya había vuelto a pelear con su papá. El quería ayudar en nuestra reconciliación, quería hablarme de los bueno que era (El rey del cielo), para que no pudiera evitar volver a él. Eso generó una discusión. No quise darle mis motivos, le supliqué que dejara de preguntármelos. Temí que un angel se sintiera espantado al ver el infierno en mis ojos.

Hace cuatro días supe de su partida. Dicen que recibió con los brazos abiertos su destino. Que cansado del dolor de este mundo, decidió volar hacia su papá, el rey del cielo, Sabiendo que él lo cobijaría en sus brazos y que, como en un cuento, se detuvo frente a un tren, para que él lo impulsara hacia el cielo. Se fue.

Ayer fui al sitio donde quienes lo amaban depositaron sus restos, hace ya una semana.
No pude evitar sentir el gran vacío que me deja el que se haya ido.
Fui visitada por un ángel. Lo tuve un año conmigo. Pero ya no está, y no volverá.
Dicen que está con su Padre
Dicen que al verle venir, el Padre corrió hacia él con una sonrisa en los labios. Cuentan que el ángel, viendo cumplido su sueño de verle,se lanzó sobre él, que lo abrazó y que hasta ahora pemanece ahí, abrazado con su papá. Con ese a quien más amó toda su vida en este mundo.
Que se quedó perdido en su mirada de amor...

Y qué digo yo?
sólo me ha dejado un gran vacío, esperando que ese reino del que siempre me contó, realmemnte exista. Que la hsitoria de cómo se encontró con Papá, sea real.
Que su papá, aunque creo que no me recibirá en su reino, así tan llena de infierno como me encuentro, me de la paz ahora que trato de asumir su partida.

Adiós, amigo.

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