Hace 3 meses que partió mi amigo.
Hace una semana estuve con su familia, y vi cómo no han parado de sufrir.
Me gustaría poder cargar, aunque fuera una pequeña parte de su dolor, en compensación por todo lo que su hijo me dió.
Es impactante ver cómo la salida de un jugador puede afectar irreversiblemente la vida del resto de los jugadores.
Oajlá la vida pueda devolverles de algún modo lo que les ha quitado.
Para mi, fue duro. A ellos no los conocía, y verlos fue como volver a verlo a él. Tenía los ojos de su madre, el perfil y la risa cómplice de su padre. Tendía a comportarse en públio tal como se comportan sus hermanas.
Pude verlo en todos ellos, y entender que aún vive ahí, aún cuando ya no está, y no volverá.
Qué dificil debe ser para ellos el ver esa plaga de recordatorios andantes a diario... y no verlo a él.
¿Qué más decir?
Todos tienen también esa misma hermosa actitud que tenía él. Creo que yo no le hubiera abierto las puertas de mi casa ( y de mi corazón) a una desconocida sólo porque afirmaba haber querido mucho al hijo que partió.
sábado, 11 de noviembre de 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)

No hay comentarios.:
Publicar un comentario